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El dropshipping es un modelo de negocio que permite vender productos sin necesidad de tener un inventario físico. Tú creas una tienda en línea, publicas artículos que no tienes en stock, y cuando alguien compra, le haces el pedido a un proveedor que se encarga de enviarlo directamente al cliente. Tú no ves el producto, no lo tocas, no lo almacenas. Pero sí recibes el dinero de la venta.
Lo que hace atractivo este sistema es que no necesitas comprar mercancía por adelantado. Además, puedes iniciar desde casa, con una laptop y conexión a internet. Pero aunque suene fácil, no lo es. Hay retos, competencia, errores comunes y detalles que si no se cuidan, pueden hacer que tu tienda fracase en semanas.
Una de las mayores ventajas es que no tienes que comprar productos antes de venderlos. Esto elimina el riesgo de quedarte con stock que nadie quiere. Solo compras el artículo cuando alguien te lo paga primero.
No necesitas una bodega, ni empleados, ni una gran inversión. Puedes iniciar con lo mínimo: una tienda, un par de productos y una buena estrategia.
Puedes manejar tu tienda desde cualquier lugar. No estás atado a una ubicación física. Solo necesitas conexión a internet.
A diferencia de un negocio tradicional, aquí puedes escalar sin preocuparte por duplicar tus inventarios. Si vendes el doble, solo haces el doble de pedidos al proveedor.
Como no manejas los productos, dependes totalmente del proveedor. Si se atrasa, si empaca mal, si entrega algo dañado, el cliente se quejará contigo.
Muchos venden los mismos productos. Si no te diferencias por el contenido, la experiencia, la marca o el valor añadido, terminas compitiendo solo por precio.
El margen suele ser bajo. Si además pagas publicidad, comisiones, apps y devoluciones, puedes quedar con ganancias mínimas.
Envíos internacionales tardan semanas. Eso genera reclamos. Y si vendes varios productos de distintos proveedores, puede que lleguen por separado y en momentos distintos.
Un nicho es un segmento específico del mercado. No es lo mismo vender ropa en general que vender camisetas para fanáticos de videojuegos. Entre más específico sea tu público, más fácil es conectar con él.
Piensa en temas que conozcas o te interesen.
Busca problemas no resueltos o deseos intensos.
Investiga si hay demanda suficiente.
Asegúrate de que haya productos disponibles para ese público.
Salud y bienestar
Tecnología funcional
Productos para mascotas
Estilo de vida sostenible
Artículos para el hogar con utilidad real
No elijas un nicho solo porque está de moda. Elige uno que puedas entender, comunicar y escalar con el tiempo.
Tiempos de envío razonables
Calidad estable y constante
Comunicación clara
Políticas de devolución claras
Stock actualizado
Haz pedidos de prueba como si fueras cliente
Evalúa la presentación del paquete
Revisa si cumplen los plazos prometidos
Analiza la calidad del producto final
Contacta con ellos y mide el tiempo que tardan en responder
Los proveedores locales ofrecen entregas más rápidas y menos problemas con aduanas, pero tienen menos variedad. Los proveedores internacionales tienen más catálogo y precios más bajos, pero los envíos tardan y pueden generar reclamos.
Aunque vendas productos genéricos, tu tienda debe tener identidad propia. La marca no es solo el nombre o el logotipo, es lo que haces sentir al cliente cuando visita tu web, cuando te escribe, cuando compra, cuando recibe.
Nombre corto, fácil de recordar y escribir
Colores definidos que transmitan el mensaje correcto
Tipografías legibles y coherentes
Tono de comunicación definido (amable, técnico, directo, divertido)
Imágenes propias o adaptadas a tu estilo
Tu tienda necesita una historia, una razón para existir. ¿Por qué vendes eso? ¿Qué problema resuelves? ¿Qué representa tu marca? Eso genera confianza y fidelidad.
Menú claro y navegable
Categorías organizadas
Fichas de producto completas (no copies del proveedor)
Imágenes de calidad
Botones visibles para comprar
Política de envío, devoluciones y privacidad
Página de contacto accesible
Usa palabras clave en títulos y descripciones
Cuida las etiquetas H1, H2, H3
Agrega texto alternativo en imágenes
Usa URLs amigables
Escribe descripciones únicas
Más del 70 % del tráfico viene de celulares. Si tu web no carga rápido o no se ve bien en móvil, estás perdiendo ventas sin darte cuenta.
Aunque no vas a incluir precios en el contenido, es clave entender cómo se calcula tu ganancia. No basta con restar el costo del proveedor.
Costos de envío
Comisiones de pasarelas de pago
Publicidad
Devoluciones o cambios
Apps o herramientas que uses
El margen real se calcula después de restar todos esos costos. Si vendes sin tenerlos claros, podrías perder dinero incluso con muchas ventas.
Escribe artículos que respondan dudas, resuelvan problemas o enseñen algo útil. Por ejemplo:
Cómo usar cierto tipo de producto
Comparaciones entre distintos modelos
Consejos para mejorar una rutina relacionada
Un buen artículo puede aparecer en buscadores y traer visitas todos los días, sin pagar por anuncios.
Crea publicaciones que inspiren, enseñen o entretengan. No solo promociones. Usa imágenes reales, textos humanos, historias. Conecta.
Ofrece algo a cambio del correo (un cupón, un regalo, acceso anticipado). Luego, envía correos útiles. No vendas en cada mensaje. Educa, informa, acompaña.
Debes ofrecer al menos dos formas de contacto: correo y formulario. Si puedes sumar chat, mucho mejor. Y si lo usas, responde rápido.
No escondas la información. Explica cómo funcionan las devoluciones, los plazos, las condiciones. Eso reduce el miedo a comprar y disminuye los reclamos.
Cuando alguien se queja, no pongas excusas. Escucha, responde y resuelve. Aunque no sea tu culpa, es tu responsabilidad. Y resolver bien un error puede convertir un cliente molesto en uno fiel.
Correos automáticos
Seguimiento de pedidos
Recuperación de carritos abandonados
Facturación
Sincronización de stock
No llenes tu tienda con 100 productos nuevos sin probar. Agrega poco a poco. Testea cada uno, mide ventas, ajusta descripciones.
Colabora con creadores de contenido, tiendas de nicho, canales de comunicación relacionados. Un solo video o mención puede disparar tus ventas.
Una de las partes más importantes en cualquier tienda de dropshipping es saber qué productos funcionan y cuáles no. Puedes tener la tienda más bonita del mundo, con la mejor publicidad, pero si el producto no es deseado o no genera interés, simplemente no se va a vender.
No existe una fórmula mágica, pero los productos que mejor funcionan suelen compartir ciertos patrones:
Llaman la atención en pocos segundos: con una sola imagen o video, el usuario debe entender el valor del producto.
Resuelven un problema: no tienen que ser cosas revolucionarias. A veces basta con hacer más cómodo algo que ya existe.
Generan emoción: curiosidad, deseo, identificación.
No se encuentran fácilmente en tiendas físicas: si alguien puede comprar lo mismo en la esquina de su casa, la motivación para comprártelo baja muchísimo.
Se pueden vender sin necesidad de explicar demasiado: productos simples suelen vender mejor.
No necesitas subir 500 productos a tu tienda para encontrar un ganador. De hecho, eso solo hace que tu tienda se vea desordenada y poco profesional. En cambio:
Elige 3 o 4 productos que cumplan con las características anteriores.
Crea fichas completas y profesionales para cada uno.
Lanza campañas pequeñas en redes con videos o imágenes atractivas.
Mide clics, agregados al carrito, interacciones.
Elimina los que no funcionen en una semana. Optimiza los que sí.
Repetí este proceso hasta que encuentres un producto con tasa de conversión estable. Ese es tu “producto estrella”, y es donde vas a poner el esfuerzo.
Uno de los factores que más influyen en la decisión de compra de un visitante es lo que dicen otras personas. No importa cuán bien hables tú de tu tienda, si el comprador no ve que otros ya confiaron y quedaron satisfechos, es probable que no se anime.
Cuando empieces, quizás no tengas aún ventas ni clientes reales. En ese caso, podés:
Comprar tú mismo algunos productos y hacer reseñas honestas con fotos.
Pedir a familiares o amigos que los compren y compartan su opinión.
Usar formularios automatizados de evaluación tras la entrega del pedido.
Nunca uses reseñas falsas. Tarde o temprano, alguien se dará cuenta y eso puede destruir tu credibilidad. Lo mejor es generar experiencias reales, aunque sean pocas, pero sinceras.
La venta no depende solo del producto. También depende de cómo lo presentes, en qué momento lo muestres y cómo haces sentir al visitante. Entender un poco sobre psicología del consumidor te va a permitir mejorar tus textos, imágenes y ofertas.
Urgencia controlada: frases como “últimas unidades”, “queda poco stock”, “solo por hoy”. Pero cuidado con usarlas en todos los productos todo el tiempo.
Autoridad: si alguien ya usó el producto, mostralo. Si fue mencionado en algún medio, contalo. La gente confía más si ve que no es la primera vez que alguien lo prueba.
Prueba social: mostrar cuántas personas han comprado el producto, cuántas reseñas tiene, o que alguien más lo acaba de comprar.
Facilidad de compra: no pongas trabas. Elimina pasos innecesarios, aclara costos y formas de envío desde el inicio.
A medida que tu tienda crece, también crecen las tareas repetitivas: responder correos, enviar actualizaciones, revisar stocks, hacer seguimiento a carritos abandonados. Si no automatizas, vas a terminar agobiado, perdiendo tiempo y cometiendo errores.
Correos de confirmación de compra y envío
Seguimiento de paquetes con enlaces automáticos
Recordatorios de carritos abandonados
Facturación automática
Actualización de inventario sincronizado con el proveedor
Publicaciones programadas en redes sociales
No se trata de quitar lo humano, sino de liberar tiempo para dedicarlo a lo que realmente mueve el negocio: análisis, creación de contenido, planificación y estrategia.
Nadie quiere tener devoluciones, pero es inevitable. En dropshipping, el proceso es más complejo porque tú no tienes el producto en tus manos. Sin embargo, una buena política de devoluciones puede hacer la diferencia entre una tienda confiable y una que pierde clientes.
Define claramente los tiempos y condiciones para solicitar una devolución.
Comunica de forma visible estas políticas en la tienda.
Si el error fue del proveedor, asume la responsabilidad.
Usa plantillas de respuesta para casos frecuentes, pero siempre añade un toque humano.
Aprende de cada devolución: ¿fue un problema de calidad?, ¿de tiempos?, ¿de expectativa?
Una devolución bien gestionada puede fidelizar más que una venta sin problema. Lo importante es la actitud y la rapidez para resolver.
No basta con mirar cuántas ventas hiciste en el mes. Para saber si tu tienda realmente está funcionando, tienes que medir indicadores concretos, y sobre todo, entender qué hacer con esa información.
Tasa de conversión: cuántos visitantes compran.
Valor medio del pedido: cuánto gasta en promedio cada cliente.
Costo por adquisición (CPA): cuánto gastas en publicidad para lograr una venta.
Tasa de abandono de carrito: cuántos inician la compra pero no terminan.
Porcentaje de devoluciones o reclamos
Si uno de estos indicadores está fuera de control, puede significar que algo anda mal: el precio, la ficha del producto, la publicidad, o incluso el nicho.
No es solo ver los números, es actuar:
Si la tasa de conversión es baja: mejorá textos, imágenes, confianza, ficha de producto.
Si el CPA es alto: optimizá las campañas, segmentá mejor, cambiá el canal.
Si el ticket promedio es bajo: ofrece packs, upsells, descuentos por volumen.
Nada permanece igual en ecommerce. Las tendencias cambian, las plataformas actualizan políticas, el comportamiento del cliente evoluciona. Si no te adaptas, quedas fuera del juego.
Cada año aparecen nuevos canales: redes sociales emergentes, marketplaces alternativos, plataformas de video corto. Tu tienda debe estar preparada para integrarse con otros espacios si hace falta.
Los costos de envío, los aranceles y los tiempos cambian con crisis, políticas comerciales y nuevos tratados. Mantente informado. Lo que funcionaba en 2023 puede no ser viable en 2025.
La inteligencia artificial está transformando la atención al cliente, la creación de contenido, la segmentación de audiencias y hasta la personalización de productos. Ignorar esto es limitar tu crecimiento.